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Financiación de las iglesias

Financiación de las iglesias

"El pacto carece de rango legal " (El País, 2007-01-07) acerca del acuerdo para financiar a la Iglesia con dinero proveniente del 0,7% de los impuestos de los ciudadanos que marquen cierta casilla en su declaración de la renta. Se cita allí a un profesor univesitario, que explica:

Imaginemos que los poderes públicos quieren construir una nueva autopista, un colegio o un hospital. Para ello contarán con el 100% de la cuota tributaria de los ciudadanos que no pongan la cruz a favor de la Iglesia católica en su declaración del IRPF, pero sólo con el 99,3% de esos impuestos de los ciudadanos que opten por la Asignación Tributaria a la Iglesia católica, pues el 0,7% restante habrá ido directamente a financiar a una entidad que desde una paradójica perspectiva constitucional no tiene carácter estatal.

Parece ilustrar el infalible argumento que se oye por ahí: "Yo no quiero que con mi dinero se paguen actividades de otros con las que yo no comulgo". Curiosamente el ejemplo cita con inocencia tres cosas (autopista, colegio, hospital) a las que nadie con algo de interés por la comunidad podría oponerse (¿o sí?).

Lo más raro del asunto a nuestro juicio no es que la Iglesia reciba pasta del Estado, sino que un ciudadano, a título particular, tome una decisión concreta sobre cómo distribuir los presupuestos generales marcando una casilla en su declaración. Ese parece el mayor de los absurdos. Yo, por ejemplo, preferiría que hubiese también casillas para decidir acerca del fomento de actividades pseudo-deportivas, chismorreo rosa y amarillo, creación de museos de arte contemporáneo, orientación de la actividad investigadora, control de industrias y producciones no preservadoras del medio ambiente, estímulos de ampliación de parques automovilísticos, subvenciones a la agricultura, pesca y ganadería, y otras mil que no relaciono por no ser pedante. Usted ya lo habrá pillado. Habiendo tanto por lo que discutir, ¿sólo puedo decidir directamente acerca de una iglesia? Que quiten esa casilla y que no me tomen el pelo.

La política se hace todos los días, en todos los niveles de la administración, y no al pagar los impuestos. Es muy difícil definir lo que es de interés general, y a mí que la iglesia católica reciba dinero de los ciudadanos no me parece, dadas las circunstancias españolas, más trágico que la manera en que se financian las actividades arriba mentadas. ¿No reciben dinero del Estado también otras ONG?

2 comentarios

di Lampedusa -

Parece que ha ofendido la tangencial comparación con una ONG. Yo, sin embargo, pienso
tranquilamente que la Iglesia Católica es una gran organización (O)
con intereses múltiples, desvinculada (N) de los gobiernos nacionales
(G), y no creo que sea nada ofensivo. Y como tal organización, y
teniendo en cuenta que desarrolla actividades de interés general, no
está mal que reciba dinero de los ciudadanos sin gran escándalo, igual
que no escandaliza que se dedique dinero a otras cosas menos
importantes.

Otra cosa es que haya por ahí una definción de BOE de lo que es una
ONG en la que la Iglesia no encaje, pero no me parece relevante para
lo que se argumenta en este artículo.

Lo importante del argumento, a mi modo de
ver, no es que "la Iglesia es una ONG" o si deja de serlo, sino que
"si a ciertas ONG se les da dinero y nadie se escandaliza, ¿por qué
tanto escándalo si se le da a la Iglesia, que también hace actividades
similares y en todo caso beneficiosas?". Para ese argumento no hace
falta entrar demasiado en la definición.

No me interesa discutir ahora la naturaleza de la
Iglesia, no porque no me interese el tema, sino porque no era el tema
que quería tratar. Este artículo habla de si
la financiación de la Iglesia debe pasar por una casilla en la
declaración de la renta o no. Ese es el tema que me interesa, y no
creo que haga falta entrar en la defición de Iglesia o iglesia para
tratarlo, porque a mi modo de ver tampoco definimos "escuela",
"carretera" o "sanidad" para decidir si ponemos casillas en la
declaración para financiarlas o no.

x -

En primer lugar, la Iglesia no es una ONG. Si esto no se entiende, apaga y
vámonos, no tiene sentido seguir hablando.

En segundo lugar la Constitución reconoce el vínculo que la Iglesia tiene en
la sociedad española y la labor asistencial para el buen desarrollo de la
misma. Consagrando la separación de "poderes" entre Iglesia y Estado se
sitúan en un ámbito de colaboración. Sí, es labor del Estado garantizar y
contribuir al desarrollo del programa la Iglesia, también, aunque no
esclusivamente en el ámbito económico.

En tercer lugar el Estado, en el caso del dinero recaudado para la Iglesia
por medio de los impuestos (casilla marcada) actúa como mero intermediario.
El Estado no da un duro en esta vía, sino que recoge el dinero que
libremente los ciudadanos (que no necesariamente los fieles) quieren
aportar; tal como la ley prevee.

Algo semejante sucede con la partida económica que el Estado destina para
pagar los sueldos de los profesores de religión. En cumplimiento de su
obligación de garantizar la educación de los hijos tal y como quieren los
padres (últimos, sino únicos, responsables de la educación). Este dinero, no
es por lo tanto para la Iglesia, sino para garantizar el modelo educativo
que la Constitución, en consonancia con la Declaración de Derechos Humanos,
regula.

Podríamos sin duda discutir porqué los que no desean contribuir con la
Iglesia se ven obligados a contribuir con ONGs o dejar esa parte de sus
impuestos al libre arbitrio del gobierno de turno. Como podríamos discutir
la posibilidad de negar asistencia eclesiástica a aquellos que no marquen la
casilla, así se hace en países tan serios como Alemania... pero mo devemos
olvidar que entre las actividades asistenciales de la Iglesia no sólo están
la celebración de bautizos, bodas y funerales... sino escuelas, horfanatos,
asilos, comedores económicos, casas de acogida, atención a emigrantes... y
evidentemente sin valorar la confesión de estos necesitados... "pues el
cristiano contribuye con sus acciones y palabras a la realización del Reino
de Dios en la tierra, sin importar sexo, raza o religión".

Harían bien muchos en considerar la Iglesia como lo que es, también en su
ser actuante. No reconocer el bien que la Iglesia hace en el mundo
idependientemente de la adecuación de mi pensamiento a su doctrina
manifiesta cerrazón mental. Y no por ello estoy diciendo que se deba
contribuir económicamente con ella.

Yo desde luego no quisiera destinar ni un mísero céntimo de mi sueldo a los
sindicatos, sindicatos del crimen que sólo defienden al trabajador que paga
el impuesto revolucionario (cuota mensual), ni un mísero céntimo a partidos
políticos que en nada me representan (sin tener en cuenta el tema de la
corrupción), ni un céntimo a las clínicas abortistas ocultas bajo el cartel
de ministerio de sanidad, ni un céntimo a los obras "artísticas" de todo
tipo que difunden odio religioso, ni un céntimo al fomento del orgullo
gay... y tantos y tantos temas que me parecen dignos de discusión.

Quereis hablar de qué se hacen con nuestros impuestos. Esta bien, lo estoy
deseando. Hablemos en serio... que no sea una excusa más para atacar a la
Iglesia.